Valdés dijo antes de las Navidades que no iba a seguir en el Camp Nou más allá de la finalización de su contrato (30 de junio de 2014). Mientras se espera que Tito Vilanova (hasta mañana en Nueva York) mantenga una supuesta charla con el canterano para tratar de revertir la situación, los informes de posibles relevos se amontonan en la mesa del despacho de Zubizarreta, sabedor que no se puede equivocar en la elección del relevo dada la importancia del portero en el juego del Barça. La posición es específica y la inversión tiene que ser más que segura, sin posibilidad de error.
A la espera. Hay parte de la directiva de Rosell (no todos) que consideran que Valdés es más importante que los millones que pueden llegar a ofrecer por él, si es que al final aparece una propuesta en firme. Además, si el recién llegado está bajo la tutela de los dos porteros actuales (Víctor y Pinto), mejor que mejor.
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