Ancelotti cumple su sueño de dirigir al Madrid y, como dice el refrán, a la tercera va la vencida. El italiano estuvo ya muy cerca, en 2006 y 2009, de entrenar al conjunto de Chamartín. "Sería una maldición que después de dos ocasiones al final no viniera", había declarado hace poco Florentino al ser preguntado sobre un técnico que siempre le ha gustado y que se asemeja mucho a esa sentencia ya clásica del presidente madridista: "Ha nacido para estar en el Madrid".
Decidido. Los dueños qatarís intentaron presionarle de todas las formas posibles: con dureza, al enseñarle su contrato y querer imponer su continuidad, y con sentimientos, ofreciéndole más dinero. Pero Ancelotti resistió y luchó para conseguir su sueño de entrenar al Madrid y, al final, obtuvo su libertad, bien ayudado por las negociaciones paralelas que mantuvieron el Real Madrid y el PSG, entre ellas unas llamadas muy constructivas entre Florentino Pérez y Nasser Al-Khelaifi, el presidente del club parisino. Según se cuenta en Francia, el Madrid deberá pagarle unos 4 millones de euros al PSG por el traspaso de Carletto, pero una parte importante de este dinero se cobraría bajo la forma de dos partidos amistosos.
Incluso, Ancelotti estaría dispuesto a pagar un porcentaje de la indemnización de su bolsillo, una señal muy clara del madridismo del técnico italiano que, de todas formas, renuncia a mucho dinero al fichar por el Madrid. Aquí su salario sería de unos 6 millones al año. Con Carletto en el banquillo, un hombre con mucha mano izquierda, y Zinedine Zidane a su lado como segundo entrenador, empieza una nueva era en el Madrid. Un ciclo de serenidad e ilusión.
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